Mientras una multitud de mecánicos se preocupan por los Focus, el equipo médico de Ford se asegura que los pilotos y copilotos del equipo se encuentren en buenas condiciones físicas. Ésta es una pequeña historia sobre todo ello.
- Un equipo médico mantiene a los integrantes del Ford Rallye Sport en óptimas condiciones: Médicos y fisioterapeutas están presentes en todos los rallyes.
- Los médicos trabajan, hacen ejercicio, comen y charlan con el equipo.
- Cada uno de los 75 integrantes del Ford Rallye Sport presenta diversos retos médicos.
- El equipo médico es autosuficiente y lleva consigo a todas las pruebas del mundial un hospital “en miniatura”.
- El ejercicio controlado mantiene en forma, evita lesiones y reduce el estrés.
- Los miembros del Ford Rallye Sport cuidan su cuerpo como auténticos atletas.
- Los médicos están ocupados al cien por cien durante los siete días que supone cada cita del mundial.
Los servicios que ofrece el equipo médico de Ford, compuesto por el doctor Simon Morris y el fisioterapeuta Paul Thawley, pueden ser necesitados por cualquier miembro del equipo en cualquier momento de una prueba del mundial, aunque la función principal de este dúo es atender a los pilotos y copilotos.
“Somos como los ayudantes personales de las estrellas”, bromea Paul Thawley. “Cuidamos no sólo de su estado físico sino también psicológico. En cada etapa de cada rallye, procuramos que todo les resulte más fácil. Recogemos y llevamos su ropa y material, los llevamos a los distintos emplazamientos, hacemos ejercicio (el equipo lleva consigo una flota de bicicletas de montaña a cada prueba), comemos y charlamos con ellos, creando así un vínculo especial que nos permite ayudarles ante cualquier crisis física que puedan tener”. Aunque la función primordial del equipo médico es cuidar de la salud de los pilotos y copilotos durante la competición, el resto del personal (de 65 a 75 miembros) plantea a Morris y a Thawley todo tipo de retos médicos, como en cualquier otro lugar de trabajo.
Los problemas más habituales suelen ser dolores en la espalda, en los hombros y ataques de ciática. Los mecánicos sufren a veces quemaduras o cortes leves. Cualquier miembro del equipo puede resbalar por una escalera helada en Suecia o encontrarse indispuesto debido a una gastroenteritis en Kenya. Hasta el momento, han podido evitar las mordeduras de serpiente en Australia…
Como ocurre con otras áreas del equipo Ford Rallye Sport, el equipo médico debe ser autosuficiente. Morris y Thawley transportan a cada prueba del mundial, vía aérea, tres enormes cajas que contienen todo tipo de instrumental y material médico para un hospital “en miniatura”. Están provistos de vendajes, tablillas, material para el tratamiento de traumatismos, un kit de electroterapia, un aparato de ecografías de onda larga de diagnóstico para heridas en los tejidos blandos, así como medicamentos para tratar cualquier caso, sin olvidar un cargamento de bebidas isotónicas y una camilla plegable para practicar la fisioterapia que se incluye también en todos los camiones del equipo.
Antes del rallye, Thawley hace un chequeo a la columna vertebral de los integrantes del equipo y luego se concentra en sus espaldas y cuellos. “Debido a la fuerza de la gravedad y a los impactos que reciben, es mucha la tensión que se acumula en el cuello de los copilotos en tan sólo un tramo de rallye. Los pilotos tienen que anticiparse y reaccionar, aunque apoyados al volante amortiguan en parte las sacudidas. Para los copilotos, los impactos son más inesperados, por lo que hay que mantener sus espaldas y cuellos flexibles”.
¿Hasta qué punto es importante la forma física del equipo?
"Estoy seguro de que la buena forma física juega un papel vital en el éxito de un equipo de rallyes”, afirma Thawley. “Cuanto más en forma se esté, más sencillo resulta soportar el estrés físico. Si sus cuerpos están en forma para hacer frente de manera subconsciente al esfuerzo físico entonces, a nivel consciente, pueden concentrarse totalmente en ganar la carrera”. Afortunadamente para Morris y Thawley, los pilotos y copilotos de Ford se toman muy en serio el hecho de mantenerse en buena forma física y de llevar una dieta saludable, incluso en su vida cotidiana fuera de los rallyes: Carlos Sainz va en bicicleta y juega al fútbol; Luis Moya hace gimnasia y nada 90 minutos al día; Colin McRae recorre habitualmente unos 100 kilómetros en bicicleta y Nicky Grist hace ejercicio con su bicicleta de carreras en Gales. Todos ellos están en muy buena forma cardiovascular y, durante las competiciones, los médicos preparan actividades para mantener esa buena forma con la que evitar lesiones, aliviar el estrés y estrechar sus vínculos con el personal del equipo.
“Nuestro equipo normalmente sigue una dieta mediterránea, más saludable que, por ejemplo, salchichas con puré o hamburguesas con patatas”, comenta Thawley. “Les gustan las comidas ligeras, ensaladas, pescados y pastas con bastante aceite de oliva. Dado que Colin pasa tanto tiempo en Mallorca, ha dejado de lado la cocina tradicional escocesa que puede resultar más bien pesada. Todos beben líquidos naturales y evitan las grasas saturadas. Hay que admitir que cuidan su cuerpo como atletas profesionales”.
Esta dedicación del equipo al cuidado físico nace en parte de la propia necesidad, como nos confirma Nicky Grist, copiloto de Colin McRae: “Aunque los rallyes mundialistas han cambiado muchísimo en los últimos 10 años, todavía es muy importante estar en buenas condiciones físicas. Ahora los rallyes son más compactos, pero a veces pasamos hasta 16 horas en el coche. Las velocidades son mucho más altas; con el desarrollo de las suspensiones y de los neumáticos, las fuerzas de la gravedad son mayores y, debido al gran nivel de competitividad de los coches, debes ir al límite la mayor parte del tiempo. Todo ello requiere un mayor nivel de concentración”.“Para las cuatro pruebas que exigen un largo desplazamiento, los equipos vuelan en primera clase, con lo cual su cuerpo no acusa tanto el viaje. El cansancio ocasionado por los cambios en su reloj biológico, todavía puede resultar un inconveniente. Generalmente, en el programa de estas pruebas se incluye más tiempo de descanso para el equipo. Desgraciadamente no existe ninguna solución mágica para el efecto jet lag y utilizar pastillas para dormir no es muy prudente, ya que podría conllevar un positivo en un control antidopaje”, añade Thawley.
Un turno de siete días…
Además de ser el fisioterapeuta del equipo, Thawley es auxiliar de enfermería, de modo que proporciona cobertura médica durante los tres días de reconocimientos que se celebran antes de cada rallye del mundial: “Los equipos conducen diariamente coches dotados de las medidas de seguridad (barras, arneses) para tomar notas de las especiales. Instalamos una minibase en un camión de asistencia y un pequeño motorhome con bebidas, ensaladas y frutas con alto contenido en agua. Los mecánicos examinan los coches y yo al equipo, aplicándoles fisioterapia en caso de que la requieran”.
Al término de cada jornada, el equipo regresa al hotel y, si hay tiempo, médicos y pilotos se van a dar una vuelta todos juntos en bicicleta, a menudo una recorrido de 50 kms. “Montar en bicicleta es bueno para el corazón y los pulmones y, a diferencia de correr, es un deporte de no-impacto. Después de una jornada de reconocimientos, queremos evitar cualquier sacudida añadida de rodillas, tobillos o columnas: no queremos lesiones justo antes de empezar un rallye”.
El equipo médico ha tenido que asistir a algún piloto en más de una ocasión en vísperas de un rallye. François Delecour se rompió un hueso de la mano antes del Acrópolis 2001, pero consiguió competir en la prueba. Después de que los médicos le atendieran a diario y le pusieran una muñequera, consiguió finalizar la dura prueba en quinto lugar y hacerse con dos puntos del campeonato mundial. En Argentina 2001, Carlos se hizo daño en la espalda durante un relajado partido de fútbol. En una situación normal, esa lesión requeriría reposo absoluto, pero Carlos insistió en competir. Con unas sesiones fisioterapéuticas regulares, sacó adelante una gran actuación y consiguió el tercer puesto en la prueba.
El shakedown del miércoles por la tarde es la última oportunidad que tienen los equipos de poner a prueba los Focus antes del rallye. Thawley llega al lugar antes que el equipo: “Recojo todos los cascos del equipo, los monos ignífugos, la ropa interior, guantes, calcetines y botas, lo llevo todo al emplazamiento del shakedown y lo dejo en el motorhome listo para que puedan cambiarse. Al término de la sesión, llevo al equipo al hotel y les doy unos cuantos masajes para aliviar cualquier posible dolor”.
El jueves, el equipo médico asiste a una reunión especial de médicos con los organizadores del rallye en la cual se confirma la ubicación de los vehículos de emergencia en los lugares clave de los tramos especiales. Morris y Thawley comprueban juntos que tienen todo el material y las provisiones necesarias preparadas para los tres días de rallye, que generalmente empieza el viernes por la mañana.
Los tres días de competición, de viernes a domingo, siguen un esquema similar. Thawley se levanta pronto y se va a la asistencia a preparar bebidas isotónicas y ropa limpia para los equipos. Entre tramo y tramo, los equipos regresan a la asistencia tres o cuatro veces al día con pausas de 20 minutos. Si es necesario, se ocupa de muñecas y espaldas doloridas en la tranquila oficina de la parte superior del motorhome. Por la noche, cada miembro del equipo se somete a un examen exhaustivo y a una sesión de tratamiento.
¿Qué tiene de bueno este trabajo?
“¡En realidad no es un trabajo! Según mi opinión, un trabajo es un asunto “de 9 a 5″ con una serie limitada de responsabilidades y sin ninguna implicación antes o después de ese horario. Lo que me gusta al hacer de fisioterapeuta de un equipo de rallyes es la diversidad de las tareas que desempeño. Trabajo en horarios muy variables, y como y hago ejercicio con las personas a las que atiendo. Se respira un ambiente muy distinto al de un puesto de trabajo fijo. Se parece al ambiente del ejército, con el equipo lejos de casa, trabajando juntos para un objetivo común. Todos y cada uno de los miembros del equipo desea ganar”.
El ejemplo de Luis Moya
Como Carlos Sainz, Luis Moya es un claro ejemplo de lo que es mantenerse en forma. Quizás sin unas buenas condiciones físicas su accidente con Carlos en unos ensayos privados previos al pasado Rallye Catalunya hubieran tenido mayor gravedad, pero Luis es un hombre habitual al gimnasio y como muestra un botón: “Paso muchas horas en el gimnasio, me gusta y me permite disfrutar de una buena condición física. Todo ello me ayudó mucho en las secuelas del accidente que tuvimos con antelación al pasado Catalunya; ahora estoy francamente bien y lo más importante es que sigo al más alto nivel y me agrada prepararme. Todo esto se nota luego, y mucho, en las carreras”.
El equipo médico del Ford Rallye Sport
Paul Thawley se incorporó al ejército a los 16 años y se formó como preparador físico. Con 25 años, siendo sargento, estudió la licenciatura de Fisioterapia, antes de trabajar 18 meses en los Servicios Nacionales de Salud. Su pasión por el deporte le llevó al fútbol, primero como fisioterapeuta del equipo de fútbol londinense ‘Queen’s Park Rangers’ y, más tarde, a ocupar un cargo en la ‘Football Association Premiership’ como responsable de formación y control de dopaje. Tiene un master en Rehabilitación Avanzada y Medicina Deportiva y trabaja para el equipo Ford Rallye Sport a tiempo completo como fisioterapeuta y auxiliar de enfermería.
El Doctor Simon Morris es un recién llegado al mundo de los rallyes. Natural de Lancashire, tiene 31 años. Se formó en el Instituto Médico de Liverpool y se licenció en Medicina General en 1997. Simon trabajó tres años como médico para compañías de cruceros antes de incorporarse en 2001 al equipo Ford Rallye Sport. Actualmente es responsable de la salud de todos los integrantes del equipo, tanto durante las sesiones de ensayos como durante los rallyes del mundial.